El camino de México a Marte
/Carmen Victoria Félix, científica mexicana que conquistó a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (mejor conocida como NASA, por sus siglas en inglés), y que en el año 2013 participó en una simulación de viaje a Marte, con una tripulación en el desierto de Utah como Marte, otra en Tierra, como Control de Mission (Innsbruck), y donde pudo participar como CapCom (capitán de comunicación), la única persona del centro de control que puede interactuar con los astronautas análogos.
Asimismo, fue la primera en participar en las misiones análogas que simulan las condiciones que enfrentarían los astronautas cuando lleguen a Marte. Se ha involucrado en proyectos de gran impacto para México y el mundo y ha apoyado a su país en dar a conocer a la gente el sector espacial.
¿Qué hay más allá de las estrellas?
Carmen cuenta que desde niña su interés siempre fue conocer más allá del espacio: “Me gustaba mucho observar las estrellas, observar el cielo y me preguntaba ¿qué habrá más allá?, y siempre dije que me iba a dedicar al sector aeroespacial, únicamente que no tenía claro cómo hacerle. Desde muy joven siempre busqué lugares u organizaciones en México que me ayudaran a cumplir mi sueño, en aquel entonces no había muchas, y la oportunidad que me abrió los ojos, a los 17 años, fue ir a un congreso, el ISE, en el 2002 en Houston.
La científica mexicana explica que se acercó a algunos astronautas y les dijo: “Denme un consejo porque quiero dedicarme a esto”. Le hablaron de las ingenierías y de las ciencias, química, electrónica, física, “fue entonces cuando regresé de Houston, evalué la opciones y dije, igual electrónica o telecomunicaciones, tienen que ver con satélites, y vi ahí un potencial que México pudiera en un futuro invertir en satélites y tecnologías satelitales, y de esa manera hacer el link con el espacio”. A partir de ese momento decidió estudiar una carrera en ingeniería en electrónica y telecomunicaciones. Iniciaba un sueño…
Cursó la carrera de Ingeniería en Electrónica y Comunicaciones (IEC) en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM); carrera que llevó de la mano con otras actividades, incluso dando conferencias a primarias y secundarias sobre estos temas. Con el título en mano, y algunos años de experiencia trabajando en AT&T y Texas Instruments, aplicó para una beca en la International Space University (ISU) y se fue a Estrasburgo a estudiar la maestría, lo cual le dio la oportunidad de ingresar, afirmó, al programa de la NASA en el Departamento de Pequeños Satélites, y sentar las bases para una mayor interacción con esta organización.
MÉXICO, POTENCIAL AEROESPACIAL
Carmen Victoria advierte que hoy en día México es un país con mucho potencial aeroespacial, los jóvenes están más interesados en este sector, y lo más importante, existen las oportunidades que ella nunca tuvo, pero que no fueron un impedimento para realizar su sueño.
¿Cómo ves el avance de México en la industria espacial?
Soy testigo y copartícipe de la creación de la Agencia Espacial Mexicana (AEM). En ese momento estaba en la NASA, a mí regreso se discutía en el Congreso la aprobación de la Ley para la creación de la Agencia en México. Cuando se lanzó la convocatoria para los foros de consulta me tocó participar en la mayoría de ellos y presentar trabajos e ideas de qué era lo que México podía hacer en el sector. Estuvo colaborando academia, industria y gobierno, y en esos foros se habló de lo que México pudiera hacer, del potencial que tenía el país. De ahí salió la política espacial que se propuso en aquel tiempo (2010-2011) y desde ese entonces conozco a la comunidad que estuvo desde un inicio.
Lo que se hace en Puebla, es muy similar a lo que trabajé en la NASA, con los talleres Funsat. Más adelante surgió la idea para crear Planet, una empresa que tiene ya como 200 pequeños satélites y ahorita ha crecido. México pudiera estar haciendo satélites desde hace mucho, pero no se le había dado el empuje y ahora está empezando y vamos iniciando y creo que de aquí pueden salir muchas cosas buenas para México.
Veo la iniciativa de los jóvenes que no nada más están esperando “a ver qué me ofrecen”, sino “qué puedo hacer yo desde mi trinchera”, y eso se me hace muy padre.
También hay una iniciativa que se me hace importante, que me invitaron por parte de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de Latinoamérica. Ellos estaban buscando la manera de cómo impulsar que en Latinoamérica las mujeres estuvieran más enfocadas en ciencia, en tecnología y en ese tipo de áreas. Se acercaron conjuntamente a la Secretaría de Educación Pública y se lanzó un programa que se llama “Niñas STEM” por las siglas de Science Technology Engineering and Mathematics, y lo que busca este programa es precisamente incentivar a que más jóvenes seleccionen ese tipo de carreras, y se interesen en actividades de ese tipo.
¿Qué tan importante es el desarrollo de la ingeniería aeroespacial para el crecimiento de otras industrias y para la mejora de la calidad de vida de la población mexicana en general?
Algo que frecuentemente escucho decir a las personas es “¿por qué invertir en el espacio, si hay tantas cosas que mejorar en la sociedad?”, realmente creo que nos hace falta divulgar y comunicar todos los beneficios que tenemos aquí en la Tierra por el hecho de que se está invirtiendo en tecnología espacial y gracias a ello tenemos satélites y éstos nos permiten el uso de celulares, internet, GPS, televisión satelital, cajeros automáticos, transacciones y compras en redes; incluso, gracias a la tecnología espacial, tenemos avances en medicina, en procesos para cirugías a corazón abierto. Entendemos más en cuanto a mejoras para la vista… todos esos beneficios o esas comodidades que tenemos, a las que ya estamos acostumbrados, son gracias a que en un momento se invirtió en tecnología espacial.
¿En qué le beneficiaría a México iniciarse en esta área?
Precisamente, porque estaríamos desarrollando tecnología propia, generando no sólo conocimiento y experiencia sino también trabajo. Ahorita dependemos muchísimo en la parte del sector espacial, básicamente los satélites se los compramos a Estados Unidos o algún otro país que haga tecnología satelital, pero creo que México tiene el potencial para estar produciendo y haciendo sus propios satélites y hacer uso de sus espacios en frecuencia y órbita. Entonces estaríamos generando empleo, estaríamos apoyando en desarrollo tecnológico a nivel mundial, incluso para el sector aeronáutico, entonces ¿por qué no empezar a hacer nuestros propios modelos satelitales?, ¿por qué no empezamos a vender nosotros a Latinoamérica? Ir creciendo, tomando como modelo a Brasil que es uno de los países que le ha estado invirtiendo mucho a la tecnología espacial y ha estado desarrollando su propia tecnología.
No se trata acerca de “el espacio igual a NASA, igual a astronautas, igual a la Luna y a Marte”, porque realmente no es sólo eso, es tecnología, es desarrollo, hay muchísimos beneficios por ejemplo en agricultura. Gracias al remote sensing o a la percepción remota a través de satélites podemos checar si el cultivo o el ganado están en buen estado.
México podría empezar a invertir en tecnología espacial desde la perspectiva de generar empleos, la perspectiva de seguridad nacional, de que tiene impacto directo en el sector económico de ganadería, agricultura y demás. También está el área de medicina espacial, la parte educativa (desde primaria o secundaria se les puede enseñar a los niños cuáles son los subsistemas de un satélite).
Por todo esto, Carmen Victoria hace un llamado a los jóvenes a interesarse más en el sector aeroespacial; a la clase política y empresarial a invertir aún más en esta industria; y, en general, a todas las personas a perseguir sus sueños, a construir castillos en el aire, a no darse por vencidos pese a las adversidades, incluso de la propia sociedad.